El silencio japonés
Los japoneses son extremadamente silenciosos y una de las cosas que más les llama la atención (y menos les gusta) cuando viajan a otros países, sobre todo a España, es lo alto que se habla y lo ruidosa que es su gente. El gusto por el silencio les lleva al extremo de que en lugares como el metro o los trenes está prohibido utilizar el teléfono móvil para llamar, lo que hace que los japoneses fijen la vista en sus pantallas para jugar o escribir mensajes.
Extremadamente ordenados
A los japoneses les encanta hacer colas y especialmente respetarlas. No es raro que andando por la calle o en el metro te detengas y la persona que va detrás tuyo se quede esperando a que avances. Les cuesta mucho esquivar obstáculos.
Bares con gatos y alquileres de perros
Aunque les encantan los animales, los agotadores horarios laborables y las casas extremadamente pequeñas hacen que muchos japoneses opten por no tener mascotas. Como todo tiene solución, para suplir esta carencia muchos recurren a los bares con gatos o a los alquileres de perros. Si queréis hacer una de estas actividades típicamente japonesas, debéis mentalizaros de tener que pagar una suma de dinero considerable a la vista de un occidental. Alquilar un perro en Odaiba tiene un coste de 2.500 yenes la hora. Si queréis que la velada sea perfecta, podéis llevar a cenar a vuestro perro a alguno de los restaurantes con menú canino.
La belleza y la occidentalización
Las japonesas son preciosas y algunas parecen muñecas pero ¿son de verdad? Lo cierto es que ningún viaje a Tokio puede finalizar sin visitar la sección de belleza femenina en cualquier centro comercial, la sección de postizos es interminable. Como invento estrella se encuentra el "pega-ojos", un invento puramente japonés con el que muchas chicas niponas hacen realidad su sueño de tener sus ojos más grandes y con un aire occidental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario